Este mes, nuestra comunidad educativa se viste de fiesta para conmemorar un hito de profunda significación espiritual y vocacional: el 107º aniversario de la fundación de la Congregación de las Hermanas Misioneras Dominicas del Rosario. El 5 de octubre de 1918, en el corazón de la selva peruana, nació una obra de fe y entrega inquebrantable que, más de un siglo después, continúa iluminando nuestro quehacer diario en el Colegio Femenino Madre del Rosario.
Nuestra historia, y por ende la de nuestro colegio, está intrínsecamente ligada a la valiente respuesta de nuestros fundadores, Monseñor Ramón Zubieta y la Beata Ascensión Nicol Goñi. Ellos, movidos por una profunda compasión y un llamado a servir a los más necesitados, se adentraron en las realidades más desafiantes para llevar un mensaje de esperanza y dignidad. La misión era clara: la evangelización y la promoción humana, con un enfoque especial en la mujer, reconociendo su papel fundamental en la familia y la sociedad.
Este carisma fundacional es el cimiento sobre el cual se erige nuestro proyecto educativo. El Colegio Femenino Madre del Rosario, es un fruto tangible de ese anhelo misionero. Nacimos con la vocación de ser un espacio de acogida y formación integral para todas las niñas y jóvenes que deseen ser parte de esta familia, sin distinción alguna.
Al celebrar estos 107 años de historia, no solo recordamos el pasado con gratitud, sino que renovamos nuestro compromiso con los valores que nos dieron vida. La audacia misionera de nuestros fundadores nos inspira a diario a:
- Educar para la justicia y la fraternidad: Fomentando en nuestras estudiantes una conciencia crítica y un corazón solidario, capaces de transformar su entorno y construir un mundo más humano.
- Promover la dignidad de la mujer: Empoderando a nuestras alumnas para que reconozcan su propio valor, desarrollen sus talentos y asuman roles de liderazgo en la sociedad.
- Vivir la fe en el servicio: Inculcando el espíritu de entrega y la alegría del Evangelio, para que cada miembro de nuestra comunidad educativa sea un faro de esperanza allí donde se encuentre.
La presencia y el acompañamiento de las Hermanas Misioneras Dominicas del Rosario en nuestro colegio son un testimonio vivo de este legado. Su dedicación y amor son el motor que impulsa nuestra pastoral y nuestro quehacer pedagógico.
En este aniversario, extendemos una invitación a toda nuestra comunidad, estudiantes, apoderados, docentes y personal, a reflexionar sobre cómo podemos seguir siendo fieles a esta herencia centenaria. Que el ejemplo de Monseñor Ramón Zubieta y la Beata Ascensión Nicol Goñi nos siga guiando y que, juntas, continuemos construyendo esta gran historia de fe, educación y servicio.
¡Felices 107 años, Misioneras Dominicas del Rosario!

